24/10/07

¡Mama!


Me disculpo por insistir con lo del tema familiar, pero es que cuando abro el álbum de fotos me entran unos escalofríos que me obligan a escribir. A sus ochenta y dos años de edad, mi madre sigue dando el pego. No es que le gusten las fiestas, es que ella es la fiesta. Aquí la podéis ver, como acostumbra, disfrutando de la noche y bebiendo una copita de kerosene. Me parece que está hablando con alguien que seguramente no reconoce porque entre la miopía y los efectos de la bebida no puede ver más allá de su nariz. Lo del atuendo, es idea suya y sólo suya. Sobran los comentarios. Una cosa es cierta: la piel de leopardo, sólo le queda bien a los leopardos y las plumas al avestruz.

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